10 THINGS TO DO IN MILANO.

La semana santa la pasé en Milán con mi novio. No fue el primer destino que pensamos, ¡de hecho era el último! Nuestra idea inicial era ir a Roma (ninguno de los dos hemos estado y nos morimos de ganas), o a Florencia pero el precio de ambos destinos era casi el doble que Milán, y qué queréis que os diga: somos estudiantes.

Sobre Milán siempre había oído hablar mal: «no tiene nada», «todo es el Duomo»… Pero a mí, personalmente, me gustó. Es cierto que no ofrece tanto como Roma, pero es un destino bastante bonito donde puedes hacer bastantes cosas, ¡vamos a empezar!

Si vas a Milán, en mi opinión, no puedes dejar de ir a Bergamo. ¡ME EN-CAN-TÓ! Es un pueblecito a una hora de Milán (si viajáis con Ryanair iréis al aeropuerto de este pueblo) y con mucho encanto. Tiene dos niveles, y se sube al centro histórico a través de un funicular (también se puede subir andando, pero la cuesta es importante). Sin duda, una de las cosas que más me gusto de este pueblecito es una iglesia, Basílica de Santa María la Mayor, que, por fuera parece super pequeña y humilde y por dentro es una PA-SA-DA. Merece mucho la pena pasar.

IMG_9418IMG_9390

 

Seguir leyendo «10 THINGS TO DO IN MILANO.»

CÓMO SOBREVIVIR A LOS TACONES.

¡Hola! Después de haber acabado la época de exámenes, trabajos, proyectos inesperados y de odiar a mi yo pasado por vaga, vuelvo y con más ganas que nunca.

Como ya sabéis soy estudiante, por lo que eso me permite tener tres largos y eternos meses de verano (y de mucho calor). Como es la estación que menos me gusta (se podría decir que la odio, pero de esto ya os hablaré en otro momento) ya estoy preparándome para sobrevivir a esta estación.

Hoy os quiero dar unos consejos/trucos de moda: cómo sobrevivir a los amados y odiados tacones.

No sé vosotras, pero yo tengo una relación amor-odio con los tacones muy extraña. Me gustan, pero a los cinco minutos ya tengo ganas de arrancarme los pies, quemar los tacones (y todos los tacones del mundo) y crear una ley que prohiba su fabricación. Pero en verano se alargan las noches y, qué queréis que os diga, un vestido queda mucho mejor con unos tacones que con unos zapatos planos.

tacones__9460

Así que, sin más dilaciones, aquí tenéis mis trucos y consejos para que los tacones no nos ganen:

  • Aunque parezca una obviedad hay que comprar tacones de nuestra talla. Por mucho que nos gusten uno, si no son de nuestra talla la mejor opción es dejarlos en la tienda.
  • Usar plantillas de gel o cualquier otro remedio que venden en las farmacias. Os aseguro que me han salvado la vida más de una vez.
  • Usar plataformas. Para mí, son la opción más viable y más cómoda. Están muy de moda así que es super sencillo encontrar el modelo que más te guste y se adapte a tu personalidad, así que genial.
  • Antes de salir a la calle con unos tacones nuevos podemos usarlo por casa para agrandarlos y que nuestro pie se acostumbre a él. Si queréis adelantar este proceso, os podéis poner el zapato con un calcetín para que se agrande aún más.
  • Si los zapatos son muy duros podéis aplicar por la parte interior vaselina o crema hidratante.
  • Tener los pies hidratados y libres de durezas. Por ello es importante mantenerlos cuidados.
  • No usar los zapatos con los pies mojados o cuando la crema aún no se ha absorbido por completo.
  • Es muy tentador quitarse los zapatos en cuanto consigues cualquier superficie donde plantar tu culo. ¡ERROR! Con los tacones y el dolor los pies se hinchan por lo que cuando te toque volver a calzarte vas a ver las estrellas.
  • Poner polvo de talco en el zapato para evitar que con el sudor el pie se resbale y se cree ese efecto «chancla de playa».
  • No estar mucho tiempo parada y de pie. Es mejor moverse, que estarse quieto.

 

¿Cuáles son vuestros trucos para aguantar a los tacones?

See you soon.

 

ORGANIZATION TIPS

Follow my blog with Bloglovin

Los menos afortunados ya tienen los exámenes encima. Yo, por suerte o por desgracia, aún tengo algo menos de un mes para enfrentarme a ellos pero estoy hasta arriba de trabajos, entregas… Por ello necesito más organización que nunca para poder terminar los trabajos y empezar a estudiar.

Lo que yo hago para organizarme es bastante metódico, pero me funciona bastante bien:

  • Suelo empezar a organizarme una semana antes, para que me de tiempo a corregir cualquier cosa ante cualquier imprevisto.
  • Necesito tener el espacio a mi alrededor organizado y muy despejado a la hora de estudiar o trabajar. El ambiente que mejor me va es el de la biblioteca, pero como no siempre es posible (o me apetece) ir, suelo ponerme de espaldas (o sacar de mi habitación) todo aquello que me pueda distraer: bolis, móvil, ordenador, el libro que me estoy leyendo…
  • Siempre que me organizo tengo que escribirlo para que quede constancia, darme cuenta de si mis objetivos son reales o no, y ver qué necesito o falta en mi rutina.  Para ello uso:
    • La agenda. Usar una agenda para mi es imprescindible. No sé vivir sin una. En ella escribo de manera semanal todo lo que tengo que hacer, cuántas horas le voy a dedicar y si necesito hacer hincapié en algún punto en especial. Normalmente, por día, me suelo marcar un máximo de 3 tareas, porque más me parece imposible de abarcar.
    • Organizador semanal. Pongo todo lo que tengo que hacer ese día sí o sí. Me da una vista semanal y, por lo tanto, más amplia que me permite marcar objetivos más reales que con la agenda.  Suelo organizarme con la agenda y el organizador semanal en paralelo.
    • Organizador mensual. Me encanta hacerlos yo misma o buscar en internet alguna plantilla bonita. En este organizador lo uso para marcar días de entregas, exámenes, lo más importante del día… Suelo ir tachando cada día que pasa para presionarme a mí misma.
    • Listas. Cada día, antes de ponerme a estudiar, hago una lista con lo que había preparado antes con la agenda y el organizador semanal y, otra lista, con lo que me gustaría conseguir. Según voy terminado tareas las voy tachando, ¡y qué bien sienta!
  • Intento no pensar mucho en todo lo que tengo que hacer porque, si lo hago, me entra el agobio y la ansiedad ¡y no hago nada! Por ello, suelo empezar a trabajar desde bien temprano, una vez que rompo la barrera de la pereza no vuelve en todo el día.
  • Me gusta dedicar mi atención sólo a una cosa. No me gusta eso de la multi-task a no ser que no me quede más remedio.
  • Como he dicho es muy importante ponernos objetivos realistas y no marcar de más y, sobre todo, cuando está claro que no podremos abarcar todo.
  • No nos tenemos que hundir o agobiar si un día no cumplimos nuestros objetivos. No pasa nada. Al día siguiente trabajamos un poco más, ¡y listo!
  • Saber decir que no. Si estamos agobiados y tenemos que rechazar algún plan no nos tenemos que sentir culpables por ello o intentar buscar tiempo de donde no lo hay.
  • Tener un lugar de trabajo y otro de descanso y no mezclarlos, ¡es por tu salud mental!
  • Saber descansar y saber volver al trabajo. Yo suelo parar de trabajar cada hora-hora y media, y me suelo tomar entre 15 y 25 minutos de descanso.

 

¿Vosotras cómo os organizáis?

See you soon.